REGLAMENTO
DE LA AGENCIA DEMONÍA
CADA UNO DE LOS AGENTES
QUE SIRVEN A LA AGENCIA DEBEN TENER MUY PRESENTES LAS SIGUIENTES DIRECTRICES:
1. El agente está
vinculado al contrato desde el momento en que la cliente lo firme, hasta que se
termine el tiempo estipulado en el mismo.
2. El Agente debe estudiar
al cliente, eligiendo la mejor manera de proceder para llevar a cabo el
contrato.
3. El agente debe y puede
utilizar aquellos poderes intrínsecos a su especie.
4. El agente podrá
utilizar el vínculo del Pacto desde las doce de la noche hasta el primer
despunte del alba que le concede la “voluntad” de su cliente.
5. El agente se ocupará de
nublar los recuerdos correspondientes a su estancia. La Agencia siempre debe
ser protegida.
6. El agente no podrá,
nunca, bajo ninguna circunstancia, involucrarse sentimentalmente con el
cliente.
7. La Agencia permanecerá
como una entidad secreta y anónima para la humanidad.
ENTREVISTA
Por regla general mi jefe
es un auténtico hijo de puta, un cabronazo que me ha enviado más veces de las
que puedo contar a los peores lugares y cuando digo peores, sé de lo que estoy
hablando, algunas entrevistas suponen un riesgo para el pellejo de esta periodista,
¿pero creéis que le importa? En absoluto, el muy /&#~·$/!! Se limita
únicamente a arquear una de sus espesas cejas y preguntarte, ¿todavía estás
aquí?
Así que cuando esta mañana
llamó a mi despacho (tengo que recordar
ordenarlo algún día o los papeles terminarán por comerme viva) y abrió la
puerta con una amplia sonrisa, supe que iba a enviarme derechita al infierno,
estaba convencida de ello.
Pues me equivoqué.
No sé si lo habrán
abducido los extraterrestres mientras dormía y lo han hecho objeto de toda
clase de pruebas, terminando con una lobotomía. Y aquí estoy ahora, en toda mi
gloria (la cual se reduce a mi mejor
traje de chaqueta y los zapatos caros de tacón) a punto de entrar en la
Agencia Demonía para entrevistar a dos de los más calientes monumentos
masculinos con suficiente testosterona para inundar una piscina.
Gracias por concedernos unos minutos de vuestro tiempo, chicos,
nuestras lectoras están más que deseosas de conoceros un poco mejor.
(Yo la primera de ellas. Pensamiento para después, pedir el teléfono de
la agencia y concertar una cita)
Siempre es un placer
compartir el tiempo con una mujer hermosa, más aun siendo una periodista tan
profesional.
(Nishel
Skydown, un ejemplar realmente impresionante, con un magnetismo sexual capaz de
hacer que a esta reportera se le caiga el tanga y es todo mío durante la
próxima media hora. ¡Yupi!)
Por no mencionar que es un
completo milagro que el gran Nick haya accedido a que se lleve a cabo la
entrevista en la Agencia.
(Sí, bueno, teniendo en cuenta que he venido desde la redacción en una
limusina, con las lunas tintadas y me ha vendado los ojos un pedazo de tío
impresionante antes de conducirme hasta esta oficina, ¿quién soy yo para
quejarme?)
El
Sr. Hellmore ha sido realmente amable al tomarse la molestia de enviar un coche
para recogerme y traerme hasta las oficinas, sin duda es un hombre con mucha clase
la cual parece contagiar también a sus empleados.
(Un estudiado cruce de piernas, así, lentamente, vamos a enseñar
pantorrilla)
Nos da más mérito del que
tenemos, ¿no crees Blackmore?
(Riel Blackmore, con una mirada oscura y dominante, abrumadoramente
sexual, sentado en la otra silla y absolutamente fuera de mi alcance. ¡Qué vida
tan injusta! Pero todavía me queda media hora con él ¡Yupi!)
Habla por ti, Nish.
(El aludido se echa a reír, y qué risa, si el tanga fuera de caramelo,
se habría derretido)
Bien, señores, ¿qué os parece si empezamos con la entrevista?
Cuando te sientas
preparada, cariño.
(Um… podría acostumbrarme a escuchar eso en forma horizontal, o
vertical, o diagonal… qué diablos, siempre quise probar el Kamasutra. Céntrate,
céntrate, estás aquí para hacer la entrevista de tu vida… y al pedante un
aumento de sueldo).
Bien,
si os parece bien iré intercalando las preguntas y que mejor manera de comenzar
que por ti, Nishel (¿ya he dicho que ha dejado que le llame por el nombre?
Quiero sus calzoncillos… no espera, lo quiero desnudo). Por lo que tengo
entendido, no formas parte exactamente de la plantilla de la Agencia, ¿eres un
agente externo?
Me gusta ir por libre.
Nick sabe que puede contactarme en el momento en que crea necesitar de mis…
servicios.
El lema de vuestra Agencia es “Satisfacción Absoluta”, ¿cuánto puede llevar
exactamente el conseguir que vuestro cliente adquiera esa satisfacción?
Depende del cliente, lo
que solicita y la manera de dárselo. Todo influye, pero siempre queda
satisfecho… o satisfecha.
(No tengo la menor duda de ello, quesito).
Imagino
que con vuestro trabajo, os habéis encontrado de todo, pero ¿cuál ha sido la
cliente más extraña que habéis tenido?
Una monja.
(Bien, si querían que me cayese de culo, aquella era la respuesta
correcta, ¿cómo diablos iba una monja a ponerse en contacto con una agencia de
citas?)
¿Una
monja?
Sí, ya sabes, estas
señoras con hábito. Oh, recuerdo perfectamente a esa damita, fue muy divertido,
la verdad, Blackmore.
¿Divertido?
Sí, ya sabes, incluso ella
quería pecar.
(No
sé si debo sentirme ofendida por ese comentario, o sonreír como una tonta.
Sonreiré como una tonta.)
En realidad no era una
monja propiamente dicha (aquello empezaba
a parecerse a un partido de tenis, Riel sacaba la bola y Nishel se la devolvía
como acababa de hacerlo), la chica tenía un pequeño papel en una obra de
teatro, la primera vez que Riel se acercó a ella la chica estaba maldiciendo
igual que un camionero.
Sin contar que la lencería
que llevaba no iba para nada con el hábito.
Recuerdo esa lencería,
rojo fuego igual que su dueña.
(Um… ¿No os da la sensación de que la entrevista se me está yendo de las
manos? Sí… centrémonos de nuevo).
No
sé si sugerir abiertamente, dadas vuestras palabras, que habéis compartido
alguna vez a vuestras mujeres, ¿volveríais a hacerlo?
(Nishel se ríe, sus ojos chispean mientras mira a Riel quien le devuelve
la sonrisa. Demonios, esos dos son realmente peligrosos y letales.)
En el pasado sí, hemos
compartido alguna que otra hembra, pero desde que Riel está felizmente casado
con una preciosa hembra y le es endiabladamente fiel, no es algo que vaya a
repetirse.
Eireen me cortaría las
pelotas y todo lo demás si tan sólo lo se me ocurriera pensar en compartirla
nuevamente.
(No soy tan inocente y
tonta como aparento, gracia a dios o estos dos me comerían viva. La idea de que
Riel haya compartido a su esposa es realmente inquietante… y excitante).
Has
dicho… compartirla otra vez, ¿hubo una primera vez?
Una muy excitante y
absolutamente reveladora.
Cállate ya.
(Soy yo, o estos dos están hablando en clave. *Carraspeo* Quiero mi
entrevista de vuelta, gracias)
Sabéis
chicos, alguna respuesta directa sería realmente encantadora para nuestras
lectoras.
Sí, volvería a hacerlo… en
cualquier momento que mi compañera en ese momento lo deseara. Puede resultar el
más erótico de los juegos si sabe llevarse bien.
(Toma,
en toda la frente. Ahí está tu respuesta directa).
¿Y
tú, Riel?
Sólo con mi esposa y
únicamente si ella lo deseara.
Sí
que sois liberales.
Somos profesionales.
Eso ha sido muy profundo,
Nish.
Lo sé, lo sé. Lo he estado
ensayando delante del espejo.
(Ahora sí que estoy segura que me están vacilando. Bien, centrémonos y
sigamos con esto, si no hay entrevista, mi jefe no me paga).
Ya
que habéis sacado el tema de las esposas, novias o lo que sea, ¿qué opinan
ellas de vuestro trabajo?
Conocí a mi esposa
mediante la agencia, ella fue mi último cliente.
¿Quiere
decir eso que ya no formas parte de la plantilla de la Agencia?
(El hombre se limita a encogerse de hombros. Demonios, eso sí sería una
verdadera lástima… ¡Yo quiero una cita en esta agencia!)
Nick se niega a darme la
carta de despido, así que me he trasladado a las oficinas. Dada mi situación
actual, es un buen cambio.
No sé cómo aguantas estar
en esas cuatro paredes.
Cuando encuentres la mujer
adecuada, lo entenderás amigo mío.
El infierno se congelará
antes de que eso ocurra, Blackmore.
(Diablos, si no estuviesen tan endiabladamente buenos, me hubiese
largado a las dos preguntas de haber empezado. Así no hay manera de hacer una
entrevista seria).
De
acuerdo, chicos, vayamos ahora con una ronda rápida de preguntas, contestad lo
primero que os venga a la cabeza. ¿Empezamos contigo, Riel?
Adelante.
Un
país.
Francia.
¿Nishel?
Canadá.
Un
deseo.
Ya se ha cumplido.
(Por la mirada en su rostro, es obvio que sí. Qué tierno… siguiente
pregunta.)
¿Y
para ti, Nishel? ¿Se ha cumplido?
Eso depende.
(Arqueo una ceja, es todo lo que puedo hacer ante la mirada divertida y
masculina)
¿Te gusta la nata?
(¿Os
he dicho ya lo blanca que soy y lo fatal que me sienta el rubor? Yo no me
ruborizo, estallo en llamas).
Siguiente
pregunta. ¿Alguna vez volvéis a ver a algunas de vuestras antiguas clientes?
No. Es una regla de la agencia.
¿Y
nunca habéis sentido la tentación de saltaros las reglas?
¿Eso es una propuesta?
Nishel, deja que termine
con la entrevista, estoy seguro que podrás convencerla después para cualquier
cosa.
(Si cualquier cosa incluye ese cuerpazo desnudo y la nata… Oh, sí.
¡Diablos, adoro mi trabajo!)
Sólo
un par de preguntas más, chicos y terminamos. Decidme, ¿recomendaríais la
agencia a las lectoras de nuestra revista?
Sin duda la mujer que
necesite de los servicios de la Agencia Demonia, encontrará el servicio que
ofrecemos de lo más… estimulante.
¿Lo
firmarías ahora mismo, Nishel?
Para ti, en este preciso
instante, linda.
(Me lo quedo. Que me lo envuelvan para llevar).